Recordemos el legado cultural y educativo de la destacada escritora y fundadora del Museo Regional Huasteco.
Entre los recovecos de la rica historia de Ciudad Valles, se ilumina la memoria de una insigne mujer que contribuyó de manera significativa al enriquecimiento cultural y al patrimonio huasteco. Hoy, en el decimonoveno aniversario de su partida, recordamos con respeto y admiración a Oralia Gutiérrez Barrios.
Nacida el 29 de abril de 1917, en Ciudad Valles, San Luis Potosí, Gutiérrez Barrios dejó una huella imborrable en el ámbito cultural y educativo. Falleció el 4 de enero de 2005, pero su legado perdura a través de sus múltiples contribuciones, siendo una escritora destacada y autora de obras fundamentales como “Ofrendas y rituales Huastecos” y “Leyendas Huastecas”. Además, desempeñó un papel crucial como maestra de Arqueología en la Escuela Normal de Oaxaca y como socia activa del Comité Internacional de Museos.
En 1978, obtuvo el permiso del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para iniciar el Museo Regional Huasteco. Durante seis décadas, dedicó su vida a recolectar 10 mil piezas que conforman el valioso acervo del museo. Logró la donación del terreno para su construcción y obtuvo un anteproyecto del Museo de Historia Natural de Nueva York.
Reconocimiento a su destacada labor no se hizo esperar. En 1993, el H. Congreso del Estado de San Luis Potosí le otorgó la prestigiosa presea “Plan de San Luis”. Asimismo, dejó su huella en la esfera política al desempeñarse como regidora del H. Ayuntamiento de Ciudad Valles durante el periodo de 1965 a 1967.
Su legado trasciende las páginas de la historia y se materializa en el escudo oficial del municipio de Ciudad Valles, elaborado por su mano experta. Además, la ciudad rinde homenaje con el Jardín de Niños “Oralia Gutiérrez de Sánchez”, ubicado en la calle Ponciano Arriaga de la Colonia Altavista, que lleva su nombre en el turno vespertino.
En un emotivo mensaje acerca del museo que fundó, expresó: “Me voy con la satisfacción de haber cumplido, solo quiero pedirles a todos los huastecos, tanto nativos como los demás que en ella habitan, que protejan esta aportación y la enriquezcan, para que siga dando luz en el camino que los ancestros tuvieron”.
El 4 de enero de 2005, Oralia Gutiérrez Barrios trascendió este plano para unirse a los huastecos ancestrales que ella estudió. Su contribución perdura como un faro que guía las generaciones presentes y futuras, recordándonos la importancia de preservar y enriquecer nuestro patrimonio cultural.