La condición mencionada solo puede ser restringida cuando el trabajo conlleva riesgos para la seguridad e integridad de los trabajadores.
El Pleno del Senado de la República aprobó por amplia mayoría un dictamen que obliga a los empleadores a proporcionar asientos o sillas con respaldos adecuados a los trabajadores de sectores como servicios y comercio, tanto para realizar sus labores como para descansar durante la jornada laboral.
Este proyecto, que modifica la Ley Federal del Trabajo, establece que esta obligación solo puede ser limitada cuando el trabajo conlleva riesgos para la seguridad de los trabajadores al sentarse durante su ejecución.
Asimismo, prohíbe que los trabajadores permanezcan de pie durante toda su jornada laboral y, en caso de tareas incompatibles, prohíbe que se les impida sentarse periódicamente durante su trabajo.
El proyecto también sugiere la implementación de un reglamento interno de trabajo que incluya periodos de descanso obligatorios durante la jornada laboral y normas que regulen el derecho de los trabajadores a utilizar los asientos proporcionados.
En cuanto a las sanciones por incumplimiento, se establece una multa que varía entre 250 y dos mil 500 veces la Unidad de Medida y Actualización, con la posibilidad de suspensión temporal de las actividades en caso de reincidencia, a criterio de la Inspección Laboral.
El proyecto de decreto fue enviado a la Cámara de Diputados para su aprobación final.
Los legisladores que respaldaron la iniciativa destacaron que permanecer de pie por largos períodos puede afectar la salud de los trabajadores, especialmente en términos de enfermedades cardiovasculares, y que esta ley busca abordar esta problemática y proteger la salud de los trabajadores, especialmente las mujeres y aquellos en roles como cajeros, costureras y servicios del hogar.
Algunos senadores criticaron que estas reformas solo apliquen a trabajadores del sector privado y no a los del sector público, instando al Senado a aplicar estas leyes también a los funcionarios estatales. Otros expresaron que prohibir a un trabajador sentarse es inhumano y que esta reforma tendría efectos positivos en la vida laboral y el bienestar de las personas.