La queja se derivó de la irrupción de fuerzas policiales ecuatorianas en la embaja de México en Quito.
El pasado 10 de abril, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pospuso la presentación de una denuncia relacionada con el asalto a la embajada de México en Ecuador. Este incidente, en el que las autoridades ecuatorianas ingresaron a la embajada mexicana en Quito, fue condenado por México como una violación de su soberanía y un acto de agresión.
En respuesta a este incidente, se convocó una reunión extraordinaria de ministros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), donde la canciller mexicana Alicia Bárcena enfatizó la importancia de mantener los principios diplomáticos y condenar actos de violencia y autoritarismo. La situación generó una amplia condena en la región y llevó a México a plantear llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia.
Por otro lado, Ecuador acusó a AMLO de violar el principio de no intervención debido a sus declaraciones sobre las elecciones de 2023 en Ecuador y el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. Estas acusaciones y la tensión resultante resultaron en la ruptura en las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Es importante destacar que el asalto a la embajada de México en Quito no solo violó la soberanía de México, sino que también puso en duda el principio de inviolabilidad de las sedes diplomáticas, el cual es fundamental para la construcción de relaciones internacionales. Además, la vulneración del Convenio de Viena y la Corte Internacional de Justicia pueden tener consecuencias para Ecuador en la comunidad internacional.
En este contexto, la CELAC y la Organización de los Estados Americanos (OEA) han condenado enérgicamente el asalto de Ecuador a la Embajada de México. La diplomacia latinoamericana se ha activado al máximo con la crisis entre México y Ecuador, y tanto la CELAC como la OEA se han pronunciado en contra del incidente.
En definitiva, el incidente en la embajada de México en Quito ha generado una crisis diplomática entre México y Ecuador, y ha puesto en duda la inviolabilidad de las sedes diplomáticas. La CELAC y la OEA han condenado enérgicamente el incidente, y México ha anunciado que demandará a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia por la violación de las obligaciones contenidas en el Convenio de Viena.