El INEGI informó que, en 2022, México registró 847,716 defunciones, con un 43.7% de mujeres, un 56.2% de hombres y en 1,000 casos no se especificó el sexo.
Según datos recopilados por las Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) correspondientes al año 2022, San Luis Potosí se posiciona como el tercer estado con el más alto número de muertes por enfermedades del corazón en el país.
Los datos, que provienen de un impresionante conjunto de 5,084 fuentes informantes, revelan que San Luis Potosí se ubica detrás de Veracruz de Ignacio de la Llave y Morelos, con tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares de 185.1 por cada 100,000 habitantes. Estas estadísticas preocupantes subrayan la gravedad de la situación en el estado y la necesidad de una atención más intensiva en la prevención y el tratamiento de enfermedades del corazón.
Del total de defunciones registradas en 2022, las relacionadas con enfermedades del corazón ascendieron a 200,023 casos, lo que representa un descenso de 25,426 casos con respecto al año anterior. Entre estas, las enfermedades “isquémicas del corazón” fueron las más comunes, representando el 76.5% del total, con un impacto de 152,960 casos. Le siguen las enfermedades “hipertensivas”, con un 14.2% (28,494 casos) y las relacionadas con la “circulación pulmonar y otras enfermedades del corazón” con un 9.0% (17,960 casos). Las “fiebres reumáticas agudas y enfermedades cardíacas reumáticas crónicas” tuvieron un impacto menor, representando tan solo el 0.3% de las muertes (609 casos).
Un dato preocupante es que, de las muertes por enfermedades del corazón, un 53.38% correspondieron a hombres y un 46.60% a mujeres, con un pequeño porcentaje de casos en los que no se especificó el sexo de la persona. El grupo de edad más afectado por estas enfermedades fue el de “65 años y más”, concentrando el 77.32% de las defunciones.
Estas cifras resaltan la necesidad urgente de abordar las enfermedades del corazón en San Luis Potosí y en todo México. Las medidas de prevención, una alimentación saludable y un estilo de vida activo son esenciales para reducir la incidencia de estas enfermedades y proteger la salud de la población. Además, el acceso a atención médica especializada y programas de concientización son cruciales para revertir esta preocupante tendencia.