En el 39 aniversario de su partida, recordamos la vida y obra del Apóstol de la Huasteca, quien dejó una marca indeleble en Ciudad Valles.
En este día conmemorativo, la comunidad de Ciudad Valles se une para rendir un emotivo homenaje al ilustre sacerdote Xavier Enrique Guerrero Briones, quien partió hace 39 años, dejando tras de sí un legado imborrable de solidaridad y servicio.
Nacido el 15 de julio de 1904, el Padre Xavier atravesó tiempos tumultuosos durante la Guerra Cristera, siendo encarcelado junto a otros religiosos en la Ciudad de México. Tras su ordenación en 1930, se trasladó a Ciudad Valles en 1934, donde se enfrentó al desafío de restaurar un templo afectado por la Revolución Mexicana.
A lo largo de su vida, el Padre Xavier construyó el imponente Santuario de la Virgen de Guadalupe, elevado a Catedral por el Papa Juan Pablo XIII. Su incansable labor se extendió a la promoción de iglesias y la educación, destacando su papel en la creación de instituciones educativas clave.
La huella del Padre Xavier no se limitó al ámbito religioso, ya que desempeñó un papel crucial en la formación de patronatos para el bienestar social. Su partida el 7 de diciembre de 1984 dejó un vacío, pero su memoria sigue viva en la parroquia que lo acogió: Santiago de los Valles.
Docente, articulista y comentarista, su legado trasciende generaciones, y su dedicación le ha valido el reconocimiento como el “Apóstol de la Huasteca”. En este aniversario luctuoso, recordamos con gratitud y respeto al hombre que dedicó su vida al servicio desinteresado y a la construcción de un legado perdurable.