Este hecho representa un nuevo choque entre las madres buscadoras y el gobierno de López Obrador, al que acusan de minimizar la crisis de desaparecidos en México.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), expresó sus dudas sobre la denuncia realizada por Cecilia Flores, líder de Madres Buscadoras de Desaparecidos, respecto al presunto hallazgo de un crematorio clandestino en la capital del país. Este cuestionamiento se produjo luego de que Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, calificara la denuncia como un “montaje” político.
López Obrador destacó que las personas que denunciaron el caso provienen de estados del norte de México, como Sonora y Chihuahua, y sugirió que podrían estar vinculadas a intereses políticos conservadores que buscan desprestigiar a su administración. Además, criticó la difusión mediática de la denuncia, argumentando que antes los medios podían ser manipulados, pero ahora eso ya no es posible.
Por su parte, Batres acusó a Cecilia Flores de orquestar un montaje para dañar la imagen del Gobierno de la Ciudad de México, especialmente en el contexto de las próximas elecciones, donde Clara Brugada, del mismo partido político que Batres y López Obrador, busca ocupar el cargo de jefa de Gobierno.
El jefe de Gobierno aseguró que, según los peritos, los restos encontrados en la supuesta fosa clandestina pertenecen a animales caninos, y que las personas cuyas credenciales se hallaron están vivas, desmintiendo así la existencia de desaparecidos en el lugar.
Este incidente refleja un conflicto en aumento entre las madres buscadoras de desaparecidos y el Gobierno de López Obrador, al que acusan de minimizar la crisis de desaparecidos en México, cifrada en más de 110,000 personas no localizadas, según el censo oficial, aunque este ha sido cuestionado por el mandatario.