La iniciativa de Nayeli Fernández y Maru Pinete busca un enfoque basado en derechos humanos y parto humanizado.
Las diputadas federales Nayeli Arlen Fernández Cruz y María del Carmen Pinete Vargas, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) respectivamente, presentaron una iniciativa para reformar el Programa Integral para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Entre las acciones propuestas, destacan la transformación de los modelos de atención de salud reproductiva desde una perspectiva de derechos humanos.
El objetivo primordial de estas reformas es prevenir, atender y erradicar conductas que permitan, fomenten y toleren la violencia contra las mujeres. Para lograrlo, la Secretaría de Salud de México se encargará de fomentar y propiciar las condiciones que garanticen el ejercicio efectivo de los derechos reproductivos.
Una de las modificaciones propuestas se centra en la capacitación y formación del personal encargado de la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, así como del cuidado de la persona recién nacida. Se busca que dicho personal pueda brindar una atención materno-infantil con perspectiva de género, promoviendo un parto humanizado, intercultural y seguro.
La propuesta de las legisladoras busca reformar el artículo 38 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Actualmente, la iniciativa se encuentra en proceso de análisis y fue turnada a las comisiones de Igualdad de Género para dictamen y a la de Salud para opinión.
Según datos proporcionados en la iniciativa, en los últimos cinco años, una de cada tres mujeres entre 15 y 49 años que tuvo un parto en México sufrió algún tipo de maltrato por parte del personal médico, lo que representa una clara violación de sus derechos, tanto en la Carta Magna como en los tratados internacionales suscritos por el país.
Además, se hace referencia a las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en relación con la implementación de un “Modelo de Atención a las Mujeres durante el Embarazo, Parto y Puerperio con Enfoque Humanizado, Intercultural y Seguro.” El objetivo de estas recomendaciones es garantizar la disminución de la morbilidad y mortalidad materno-infantil, así como procurar una atención médica calificada, digna, respetuosa y con perspectiva intercultural y de género.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha condenado enérgicamente el maltrato físico, la humillación y la agresión verbal, así como prácticas médicas coercitivas o no consentidas, como la esterilización, la falta de confidencialidad y el incumplimiento del consentimiento informado, entre otras violaciones a los derechos reproductivos de las mujeres.
Por lo tanto, las legisladoras destacan la importancia de incluir en el marco normativo no solo la promoción de un parto humanizado, sino también un enfoque basado en derechos humanos que erradique el maltrato y la violencia contra la mujer en los servicios de salud reproductiva, especialmente en la atención del parto y la violencia obstétrica.
En palabras de las diputadas impulsoras de la iniciativa: “Es preciso eliminar las violaciones reiteradas en materia materno-infantil y establecer las condiciones para la humanización del parto y el respeto médico de las decisiones de las mujeres.”
Esta iniciativa busca garantizar el pleno ejercicio de los derechos reproductivos de las mujeres en México y, de ser aprobada, representaría un paso significativo hacia la erradicación de la violencia de género en los servicios de salud reproductiva.