Hoy se conmemora el 141 Aniversario del primer presidente indígena que cambió la historia de nuestra región.
Hoy, Ciudad Valles conmemora el 141 aniversario del natalicio de un hombre excepcional que marcó la historia de la región y luchó incansablemente por los derechos de los indígenas y campesinos: Domingo Candelario Hernández. Este destacado líder nació el 4 de agosto de 1882 en la localidad de San Mateo, perteneciente a Buenavista, localidad de Ciudad Valles. Hijo de José de Jesús Candelario Pérez y Margarita Hernández, ambos de origen tének, Domingo Candelario fue criado con los valores y la cultura de su comunidad.
Desde una edad temprana, Candelario enfrentó las adversidades y luchó por obtener educación. A los 14 años, aprendió a leer y escribir gracias a la dedicación de su maestro Diego Hernández, quien mantenía una pequeña escuela en San Antonio Huichimal; sin embargo, el maestro recibía amenazas constantes para que no enseñara a los indígenas, lo que limitó el acceso de Domingo a la educación formal y solo pudo avanzar hasta el segundo grado de primaria.
A la edad de 25 años, Domingo Candelario comenzó a organizar a sus hermanos indígenas para recuperar las tierras que les habían sido despojadas durante años, además de luchar por el derecho de todos a recibir educación. Su pasión por la justicia y la igualdad lo llevó a unirse a las filas del movimiento revolucionario bajo las órdenes del General Manuel C. Lárraga Orta, donde participó en diversos combates, incluida “La batalla del Ébano”.
En 1922, contrajo matrimonio con Ignacia Álvarez, originaria de la Hacienda “Gallos Grandes” en el municipio de Tula, Tamaulipas; empero, su lucha y dedicación a la comunidad no se detuvieron. En 1925, solicitó su baja del ejército y se trasladó al ejido La Pitahaya, en el municipio de Ciudad Valles, donde continuó trabajando por el bienestar de los indígenas y campesinos.
En 1933, la historia de Ciudad Valles dio un giro trascendental cuando Domingo Candelario Hernández se convirtió en el Primer Presidente Indígena de la región. Durante su mandato, priorizó la educación y el respeto a los campesinos, a pesar de que la presidencia no contaba con lujos y su cargo era completamente honorífico. El humilde salón rústico con techo de lámina era su lugar de trabajo.
Su periodo como presidente fue desafiante desde el principio, ya que en 1933, Ciudad Valles enfrentó la devastación causada por un ciclón. Domingo Candelario lideró la coordinación de la ayuda a la población afectada y demostró su compromiso con el bienestar de todos los ciudadanos.
Además de su destacada labor como presidente, Domingo Candelario ocupó diversos cargos públicos que lo posicionaron como un referente en la política local. En 1936, fue nombrado Oficial del Registro Civil, y en 1938 se le otorgó el título de Líder Agrario, consolidando aún más su compromiso con las comunidades rurales.
En 1939, Ciudad Valles lo eligió como regidor en la administración de Manuel S. Rodríguez, y en 1940, Domingo Candelario se convirtió en diputado federal suplente, ampliando su influencia política a nivel nacional. Su legado como comandante de la primera compañía de las Defensas Rurales del 67avo. Batallón dejó una huella imborrable en la historia militar de la región.
El 14 de junio de 1961, el pueblo de Ciudad Valles lamentó profundamente el fallecimiento de su ilustre líder. Domingo Candelario Hernández fue sepultado en el panteón de San Antonio Huichimal, dejando un legado de lucha, valentía y entrega a su comunidad.
Hoy, en este 141 aniversario de su nacimiento, recordamos con admiración y gratitud la vida de Domingo Candelario Hernández, un hombre ejemplar que dedicó su existencia a la defensa de los derechos de los indígenas y campesinos, y cuyo legado sigue inspirando a las generaciones futuras. Su nombre quedará grabado para siempre en la historia de Ciudad Valles como el Primer Presidente Indígena, un título que refleja la grandeza de su espíritu y su inquebrantable compromiso con el bienestar de su pueblo.