Investigadores de la UNAM aseguran que los turistas deben deben respetar la cultura y tradiciones locales.
El reciente debate surgido a raíz de la solicitud de hoteleros para restringir las bandas y grupos musicales en zonas turísticas ha puesto en evidencia la problemática de gentrificación que se vive en México. Este término, originado en estudios geográficos, se refiere a las transformaciones socioespaciales en una región impulsadas por el turismo, destacando el impacto negativo que puede tener en el desarrollo económico y en la población local.
La gentrificación implica la subordinación de los intereses locales y las necesidades de la comunidad a la actividad turística, lo que puede afectar negativamente el medio ambiente, las tradiciones y la cultura local. La exposición de comunidades vulnerables al turismo sexual, los daños a monumentos históricos y al entorno natural son algunas de las consecuencias de este fenómeno.
Los casos recientes de extranjeros manifestándose contra los “ruidos” tradicionales de México evidencian cómo la turistificación y gentrificación están afectando la vida cotidiana y las tradiciones de la población local. La construcción de sitios de alojamiento y ocio dirigidos a turistas conlleva al desplazamiento de la población residente de barrios populares, dando lugar a la gentrificación.
Es importante señalar que este problema no es exclusivo de la población extranjera, ya que el turismo nacional también puede contribuir a la turistificación de ciertas zonas. Los turistas, tanto nacionales como extranjeros, deben ser conscientes de su responsabilidad en respetar las tradiciones y la cultura de las poblaciones locales.
El apoyo del presidente López Obrador al incluir el sonido de los organilleros en la sección musical de su conferencia de prensa muestra una aceptación hacia los sonidos urbanos de México y una defensa de la cultura local. Sin embargo, casos como la solicitud de prohibir bandas en las playas de Mazatlán evidencian la necesidad de encontrar soluciones que respeten las tradiciones locales y beneficien a las comunidades afectadas por la gentrificación.