La IA generativa ocasionaría campañas de desinformación, filtración de datos, suplantación de voces, etcétera.
A menos de seis meses de las elecciones en Estados Unidos, los programas de inteligencia artificial (IA) representan una posible amenaza para el sistema electoral, según una evaluación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a la que tuvo acceso ABC News. El documento advierte que, a medida que avanza el ciclo electoral de 2024, las herramientas de IA generativa podrían ofrecer a actores nacionales y extranjeros oportunidades para interferir en el proceso electoral, agravar eventos emergentes, interrumpir los procesos electorales o atacar la infraestructura electoral. Estas herramientas tienen el potencial de “influenciar y sembrar discordia” durante el proceso electoral.
El informe del DHS señala que los ataques podrían manifestarse a través de campañas de pirateo y filtración cibernéticas, suplantación de voces, campañas de desinformación en línea y amenazas o planes de ataques contra símbolos de las elecciones estadounidenses. Un ejemplo de estos ataques ocurrió en enero durante las primarias de New Hampshire, donde varios votantes recibieron llamadas telefónicas con una voz generada por IA del presidente Joe Biden pidiendo que guardaran su voto para las elecciones de noviembre.
Según el DHS, el momento de la difusión de contenido generado por IA específico de las elecciones es tan crítico como el contenido mismo, ya que puede llevar tiempo contrarrestar el mensaje o desacreditar el contenido falso que circula en línea. La directora de inteligencia nacional, Avril Haines, afirmó ante el Senado que es fundamental utilizar todas las herramientas disponibles para enfrentar este desafío creciente. Las tecnologías emergentes, como la IA generativa y el análisis de big data, están aumentando la amenaza al permitir la proliferación de actores influyentes capaces de llevar a cabo campañas específicas de desinformación.
El panorama electoral se encuentra cargado de tensión social debido a los diferentes conflictos que marcan el camino hacia las elecciones, lo que facilita la proliferación de campañas de desinformación que alimentan la disgregación de la opinión pública. Ante este desafío, los funcionarios estatales y locales deben tener un plan para detectar y contrarrestar rápidamente la información inexacta utilizando fuentes confiables de comunicación. John Cohen, ex jefe de inteligencia del DHS, enfatiza la necesidad de una respuesta inmediata para contrarrestar el contenido falso que se extiende rápidamente en el ecosistema de medios en línea.