Estudios de la especialista de la UASLP revelaron la presencia de sustancias cancerígenas de diversas fuentes.
La Dra. Jaqueline Calderón, especialista en Investigación Biomédica Básica Opción Toxicología Ambiental de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), ha destacado una preocupante relación entre las sustancias liberadas por las ladrilleras en la zona norte de la ciudad y la creciente incidencia de leucemia linfoblástica aguda (LLA), una forma de cáncer que afecta la sangre y la médula ósea, especialmente en niños.
La Dra. Calderón forma parte de un esfuerzo conjunto entre varias instituciones líderes en sus respectivas áreas, como el IMSS, CINVESTAV unidad Tamaulipas, la UASLP y el Programa de Salud Pública Global del Boston College, Massachusetts, Estados Unidos. Este esfuerzo tiene como objetivo establecer un Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales.
El estudio se centró en identificar las fuentes detrás del aumento de casos de LLA en menores de 19 años en la zona metropolitana de San Luis Potosí y otras regiones de México. Se identificaron sustancias cancerígenas emitidas por diversas fuentes, incluyendo benceno, hidrocarburos aromáticos policíclicos y material particulado PM2.5. Las ladrilleras, debido a su proceso de fabricación, fueron una de las principales fuentes de emisiones de sustancias tóxicas.
Las gasolineras también se destacaron como emisores significativos de benceno, debido a la alta densidad de gasolineras en áreas con mayor cantidad de vehículos y demanda de combustible.
La Dra. Calderón enfatizó que la exposición y la falta de atención médica hacen que los niños sean particularmente vulnerables. La probabilidad de supervivencia para niños diagnosticados en áreas altamente contaminadas es significativamente menor. En San Luis Potosí, la tasa de supervivencia para niños con LLA en la zona norte de la ciudad fue la más baja en comparación con otras áreas estudiadas.
Este estudio resalta la importancia de controlar las emisiones de sustancias cancerígenas, especialmente el benceno, a través de regulaciones efectivas. La creación del Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales es una respuesta a estos hallazgos y reunirá información de diversas fuentes para monitorear la salud y el medio ambiente.
La Dra. Calderón hizo un llamado a la colaboración entre la investigación, el gobierno, el sector salud y la industria para abordar este grave problema. La salud de los niños está en riesgo, y es esencial tomar medidas para protegerla, especialmente en zonas urbanas donde se concentran ladrilleras y gasolineras.