La situación del equipo vallense se traduce a una trágica historia de promesas incumplidas y sueños rotos en el futbol regional.
El mundo del deporte, en particular el futbol, suele ser un reflejo de la pasión y el compromiso que una comunidad tiene hacia sus equipos; sin embargo, a veces, esta pasión puede ser víctima de la falta de organización y previsión, como lo estamos viendo en el caso de los Loros Huastecos de Ciudad Valles.
La historia de este equipo es un ejemplo de cómo una oportunidad emocionante de traer el balompié profesional de vuelta a Ciudad Valles se convirtió en una verdadera pesadilla para los aficionados y la comunidad en general. Originalmente, el equipo se hacía llamar Guerreros Reynosa F.C., un conjunto oriundo de Reynosa, Tamaulipas que tuvo un paso interesante por la Liga TDP, liderado por Álvaro “El Presi” Padilla Hernández.
No obstante, las circunstancias llevaron a que el equipo se trasladara a Ciudad Valles y se rebautizara como Loros Huastecos de Ciudad Valles, bajo la dirección de Jaime Jonguitud Jonguitud y Margarito “El Mago” Torres Meraz. El responsable de esta mudanza fue Luis Armando Castillo Lerma, titular de la Dirección de Cultura Física y Deporte de Ciudad Valles (Dicufide), quien confirmó una reunión entre el presidente del club y el alcalde de Ciudad Valles, David Armando Medina Salazar.
A primera vista, esta mudanza podría haber sido una oportunidad emocionante para la comunidad local de experimentar el fútbol profesional en su propia ciudad; empero, la realidad es que esta transición ha estado plagada de problemas y falta de profesionalismo. Uno de los problemas más evidentes y graves es la falta de registro de jugadores ante la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), ya que apenas se inscribió al médico Luis Fernando Munguía González y a cinco jugadores más, lo cual refleja la falta de previsión y organización por parte de la dirección del equipo. Este error costó caro a los Loros Huastecos, ya que se les dio por perdido un partido debido a la falta de jugadores registrados.
El 14 de septiembre de 2023, los directivos organizaron una conferencia de prensa para abordar la situación y arrojar la responsabilidad sobre el encargado de la documentación. Prometieron que negociarían con la FMF para resolver el problema, pero estas palabras no se tradujeron en acciones efectivas. Como resultado, el 29 de septiembre, el equipo tenía programado un partido contra el Atlético Poza Rica que nunca tuvo lugar debido a la mencionada falta de registro de jugadores. Como dicta el reglamento, después de no disputar tres jornadas consecutivas, los Loros Huastecos de Ciudad Valles (anteriormente Guerreros Reynosa F.C.) corren el riesgo de ser dados de baja del torneo, y la FMF podría retirarles la franquicia.
Es importante destacar que no podemos culpar al H. Ayuntamiento de Ciudad Valles, que ha sido el principal promotor de este equipo de tercera división en la región. Su intención de traer el futbol profesional de vuelta a la ciudad es loable, pero la falta de conocimiento y la confianza ciega en terceros sin un proyecto sólido y fundamentado llevaron a este desastroso resultado.
Lo más lamentable de esta situación es que los verdaderos afectados son los jóvenes que soñaban con ver a su equipo local triunfar en el campo de juego. La desilusión que están experimentando es comprensible, ya que sus esperanzas se han visto frustradas por la incompetencia y la falta de responsabilidad de quienes tenían la responsabilidad de gestionar el equipo.
El caso de los Loros Huastecos de Ciudad Valles es un triste recordatorio de la importancia de la planificación, la profesionalidad y la responsabilidad en el mundo del deporte. Esperamos que esta experiencia sirva como lección para futuros proyectos deportivos en la región y que algún día los aficionados de Ciudad Valles puedan disfrutar del fútbol profesional de manera digna y exitosa.