El cambio climático, una crisis global que afecta a todas las naciones, comenzó a mostrar sus impactos más severos en la salud de los mexicanos. Fenómenos como olas de calor, sequías prolongadas, inundaciones y la creciente contaminación del aire están exacerbando problemas de salud pública y poniendo en riesgo a poblaciones vulnerables en todo el país.
Olas de calor y enfermedades respiratorias
México experimentó un aumento notable en la frecuencia e intensidad de las olas de calor. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en 2023 se registraron temperaturas récord en varias ciudades, incluyendo Hermosillo, donde el termómetro alcanzó los 48.5°C . Esta situación provocó un incremento en los casos de insolación, deshidratación y exacerbación de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
Un estudio publicado en la revista The Lancet Planetary Health destacó que las olas de calor están asociadas con un aumento del 10% en las hospitalizaciones por problemas respiratorios en México. Además, los episodios de contaminación del aire, agravados por el calor, están provocando un aumento en las hospitalizaciones por problemas respiratorios”.
Sequías y enfermedades transmitidas por el agua
La sequía, que afecta principalmente a estados del norte y centro del país como Chihuahua, Sonora y Zacatecas, está reduciendo la disponibilidad de agua potable y afectando la agricultura. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el 2023 fue uno de los años más secos en la historia reciente del país, con niveles de precipitación un 30% por debajo de la media histórica. La escasez de agua está obligando a comunidades a utilizar fuentes menos seguras, aumentando el riesgo de enfermedades gastrointestinales y brotes de infecciones transmitidas por el agua, como la diarrea y el cólera.
Inundaciones y enfermedades infecciosas
Por otro lado, las intensas lluvias y tormentas tropicales han provocado inundaciones en estados como Veracruz, Tabasco y Chiapas. En 2022, el huracán Agatha dejó a su paso graves inundaciones en Veracruz, afectando a más de 150,000 personas y causando pérdidas materiales millonarias. Por su parte, en Oaxaca dejó al menos 11 personas fallecidas y otras 33 desaparecidas por la crecida de los ríos y los deslaves en el interior de la entidad, una de las más pobres del país.
Estas inundaciones no solo causan daños materiales y desplazamiento de poblaciones, sino que también crean condiciones propicias para la proliferación de mosquitos, aumentando la incidencia de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, chikungunya y zika.
Contaminación del aire y salud mental
La contaminación del aire, exacerbada por las altas temperaturas y la quema de combustibles fósiles, sigue siendo una amenaza latente en grandes urbes mexicanas. Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), en 2023 la Ciudad de México (CDMX) registró 150 días con niveles de contaminación del aire por encima de los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además de los problemas respiratorios, estudios recientes comenzaron a vincular la mala calidad del aire con problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión.
Un informe reciente de la OMS destaca que la exposición prolongada a contaminantes atmosféricos puede tener efectos adversos en el sistema nervioso central, afectando el bienestar psicológico de las personas.
Medidas urgentes
Ante estos desafíos, es imperativo que el gobierno y la sociedad civil tomen medidas para mitigar los efectos del cambio climático y proteger la salud pública. Esto incluye fortalecer las políticas de reducción de emisiones, mejorar la infraestructura sanitaria, promover la educación sobre el cambio climático y su impacto en la salud, y garantizar el acceso a servicios de salud de calidad para todas las comunidades.
El cambio climático no solo es una cuestión ambiental, sino una emergencia de salud pública que exige una respuesta inmediata y coordinada. Solo así, México podrá enfrentar de manera efectiva los retos que esta crisis global impone sobre la salud de sus habitantes.
