Ciudadanos Observando reveló el comportamiento del precio promedio del combustible durante el sexenio de López Obrador.
Desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la presidencia de México en diciembre de 2018, uno de los temas más sensibles para la población ha sido el costo de la gasolina. Durante su campaña, los candidatos de su partido, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), prometieron que si llegaban al poder, el precio máximo del litro de gasolina sería de diez pesos; sin embargo, esta promesa ha quedado lejos de cumplirse, y los aumentos en los precios han sido constantes desde entonces.
Al inicio de su mandato, en diciembre de 2018, la gasolina magna tenía un precio promedio de 19 pesos con 32 centavos por litro. Aunque en 2019 la diferencia fue mínima, con un aumento de apenas 3 centavos, el costo comenzó a elevarse. Para el año 2020, se registró una leve disminución, alcanzando un promedio de 18 pesos con 17 centavos por litro, pero esta bajada fue efímera, ya que para el 2021 el precio subió nuevamente, llegando a los 20 pesos con 23 centavos.
Durante el 2022, el precio de la gasolina continuó su escalada, llegando a un promedio de 21 pesos con 97 centavos por litro. La situación empeoró en el primer semestre de 2023, cuando el costo promedio se situó en 22 pesos con 18 centavos, alcanzando niveles preocupantes para la economía de los ciudadanos mexicanos.
Esta situación ha generado descontento entre la población, ya que las promesas de campaña del partido gobernante no se han cumplido. La oferta de gasolina a diez pesos el litro, prometida por Morena, ha sido desestimada incluso por el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, durante su comparecencia en la Cámara de Diputados en octubre de 2022. Aunque las circunstancias económicas y geopolíticas pueden influir en los precios internacionales del petróleo, la administración de López Obrador no ha logrado controlar los aumentos en el precio interno de la gasolina.
El alto costo de la gasolina ha afectado significativamente la economía de las familias mexicanas, aumentando los gastos en transporte y afectando la capacidad de consumo de la población. Además, sectores como el transporte público y las empresas que dependen del uso intensivo de combustibles también se han visto perjudicados, lo que ha llevado a una creciente preocupación sobre el impacto negativo en la inflación y el crecimiento económico del país.
Las organizaciones de la sociedad civil, como Ciudadanos Observando, han instado al gobierno a implementar medidas efectivas para controlar los precios de los combustibles y cumplir las promesas realizadas durante la campaña electoral. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para recuperar la confianza de la población en las autoridades y para enfrentar los desafíos económicos que afectan directamente la calidad de vida de los ciudadanos.
