El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación están en la mira de la DEA por su expansión global.
En una comparecencia realizada el jueves 27 de julio ante el Subcomité Judicial sobre Delitos y Vigilancia del gobierno de los Estados Unidos de América, Anne Milgram, quien ostenta el cargo de jefa de la Administración de Control de Drogas (DEA), dio a conocer datos preocupantes sobre la magnitud de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Según la información presentada, estos dos cárteles operan conjuntamente y cuentan con una asombrosa cifra de casi 45 mil miembros distribuidos en 100 países. Esta cifra incluye tanto al cártel de Sinaloa, estimado en 26 mil elementos, como al CJNG, con una presencia de 18 mil 800 miembros. Ambos cárteles se dedican al tráfico de drogas y son señalados como los principales responsables de la problemática de intoxicación por drogas y fentanilo en los Estados Unidos de América.
Como agencia de misión única encargada de hacer cumplir las leyes antidroga de nuestra nación, la principal prioridad operativa de la DEA es perseguir y derrotar implacablemente a los dos cárteles mexicanos de la droga que son los principales responsables de la actual intoxicación por fentanilo y drogas,
La estrategia implementada para enfrentar esta situación incluye tres equipos de trabajo, dirigidos a desarticular a los cárteles mexicanos. Un equipo se enfoca en el Cártel de Sinaloa, otro en el CJNG, y el tercer equipo se dedica exclusivamente a las operaciones financieras relacionadas con el lavado de dinero de estos cárteles a nivel global. Cada uno de estos equipos está compuesto por agentes especializados en labores de inteligencia, analistas de datos y expertos en sustancias químicas y finanzas.
En total, la DEA cuenta con 241 oficinas en Estados Unidos y 93 más distribuidas en 69 países alrededor del mundo, desde donde se están llevando a cabo las investigaciones sobre estas organizaciones criminales. El objetivo principal de la DEA, tal como lo mencionó Milgram, es poner fin a las operaciones de estos cárteles mexicanos que representan una grave amenaza tanto para la seguridad en México como para la salud pública en los Estados Unidos.