La revelación de la información obtenida por Ciudadanos Observando causó indignación, toda vez que algunos han recibido el apoyo desde 2012.
Una investigación realizada por la organización Ciudadanos Observando reveló que la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) destina mensualmente más de 27 mil pesos del erario al pago de teléfonos celulares para 43 funcionarios de la institución.
La información, obtenida a través de una solicitud de información con folio 240477623000634, revela que el actual rector, Alejandro Javier Zermeño Guerra, ha recibido este beneficio desde el año 2014; sin embargo, el caso más antiguo es el de Luis Enrique Vera Noyola, encargado de la Unidad de Transparencia, quien recibe el pago de la renta del teléfono celular desde el año 2012. Asimismo, la Dra. Ana Isabel Méndez Ortiz ha sido beneficiada con este pago desde el 2015.
Resulta incomprensible que la máxima casa de estudios mantenga esta práctica con el dinero público, especialmente cuando figuras como el rector Zermeño Guerra, con un salario neto de 93 mil 17 pesos al mes, se niegan a asumir el costo de la renta de su teléfono celular.
La lista de funcionarios que reciben este beneficio incluye a Martín Joel González de Anda, abogado general, con un salario neto de 91 mil 113 pesos al mes; Federico Arturo Garza Herrera, secretario general, con un ingreso neto de 86 mil 328 pesos; Claudia Elena González Acevedo, secretaria de servicios administrativos, que percibe 65 mil 549 pesos al mes; y Marco Antonio Aranda Martínez, secretario de eficiencia de servicios universitarios, quien recibe 64 mil pesos mensuales. Resulta sorprendente que estos funcionarios de alto rango no tengan la decencia de costear sus propios teléfonos celulares, evidenciando un claro abuso del dinero de los ciudadanos.
En anteriores ocasiones, la organización Ciudadanos Observando ha señalado la existencia de una “casta dorada” en la UASLP, caracterizada por salarios exorbitantes y gastos superfluos. El despilfarro, como el evidenciado en el caso de los pagos mensuales de celulares, solo profundiza la preocupación sobre la falta de responsabilidad financiera en la institución.
Es imperativo que se ponga fin a este despilfarro en la UASLP, donde la cúpula encabezada por Alejandro Zermeño parece ser ajena a los ajustes necesarios, mientras que los trabajadores que realmente sustentan la institución enfrentan presiones con ingresos paupérrimos. La transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para asegurar que los recursos públicos se utilicen de manera eficiente y en beneficio de la comunidad educativa.
