La noche del 30 de octubre en Ciudad Valles, San Luis Potosí, fue un recordatorio sombrío de que los lemas políticos y las promesas vacías no pueden disfrazar la cruda realidad de la inseguridad que enfrentan los ciudadanos en la región. Mientras el gobernador de San Luis Potosí, José Ricardo Gallardo Cardona, se jacta de un estado donde se puede “Vivir Sin Miedo” y el presidente de Ciudad Valles, David Armando Medina Salazar, repite insistentemente que “Vamos Bien”, la población se enfrenta a una situación de peligro que va en aumento.
Anoche, Ciudad Valles se convirtió en un campo de batalla, donde el estruendo de armas de fuego y el rugir de motores de sicarios armados resonaron en las calles. A lo largo del bullicioso bulevar México-Laredo, el evento más importante de la ciudad se transformó en un escenario de pánico y confusión. En medio de esta pesadilla, civiles armados lanzaron “ponchallantas” a la vía pública, dejando un rastro de más de veinte vehículos averiados. Testigos describieron una escena caótica, con vehículos particulares, de transporte de pasajeros e incluso patrullas de la Guardia Civil Estatal de San Luis Potosí inmovilizadas por neumáticos reventados.
La persecución se extendió por varias calles de la ciudad, y, sorprendentemente, no se realizó ninguna detención. La inseguridad y la violencia parecen desafiar las promesas de seguridad del gobierno potosina, a pesar de la millonaria inversión en el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4), que se suponía garantizaría una respuesta inmediata y eficaz de las fuerzas de seguridad.
La situación de riesgo se intensificó al sur de la ciudad, en una zona que se extiende desde las oficinas de la subdelegación de la Fiscalía General de la República (FGR) hasta la base operativa de la Guardia Nacional (GN), en la salida a Tamazunchale. A pesar de esto, las autoridades no han informado de ninguna detención significativa.
La voz de los turistas y visitantes se unió al coro de angustia en Ciudad Valles. Mientras caminaban por las calles de la ciudad en vísperas de Día de Muertos, se encontraron con una realidad que distaba mucho de la promesa de “Vivir sin miedo”. Uno de los testigos, visiblemente afectado por la experiencia, compartió sus impresiones: “Vengo de San Luis [Potosí] capital y pensaba que aquí en [Ciudad] Valles estaba mejor, y no, ¡está peor!… hay temor porque uno visita a su familia y llega con un miedo”.
Otro testigo compartió su experiencia: “Comenzaron a tirar esos fierros y yo me orillé lo más que pude”. En medio de la inseguridad reinante, los visitantes, así como los residentes locales, se enfrentan a una situación angustiosa y desafiante, con la incertidumbre de lo que podría suceder a continuación.
La narración gráfica de la situación llegó incluso a las redes sociales, donde un joven, visiblemente consternado, compartió un video que captaba la desesperación en la ciudad: “Raza, ¡acaban de tirar balazos frente a nosotros!, frente a mí y a ‘Alondrita’. Literal, aquí enfrente a media cuadra, así que tengan cuidado, neta aquí tiraron balazos…”.
Estas declaraciones de turistas y visitantes reflejan la cruda realidad de una ciudad que se ha visto envuelta en la inseguridad y la violencia, a pesar de los discursos políticos y los lemas vacíos. La promesa de “Vivir Sin Miedo” y “Vamos Bien” se desmorona frente a la experiencia de aquellos que esperaban disfrutar de la belleza de Ciudad Valles, pero se encontraron atrapados en una pesadilla de inseguridad y temor.
La inversión en infraestructura de seguridad y la retórica política no son suficientes para abordar la grave crisis de seguridad en Ciudad Valles. Se necesita una respuesta inmediata, coordinación efectiva entre las fuerzas de seguridad y una estrategia sólida para enfrentar el crimen organizado y restaurar la tranquilidad.
En definitiva, la seguridad no debe ser un eslogan político, sino un derecho fundamental que los ciudadanos tienen el derecho de exigir. Las autoridades deben actuar de inmediato y cumplir con su deber de proteger a la población. La realidad de “Vivir Sin Miedo” y “Vamos Bien” en Ciudad Valles es muy diferente de lo que estos lemas sugieren, y es hora de que las autoridades tomen medidas reales para abordar esta crisis de seguridad que afecta la vida de todos los vallenses.