Hablar de la historia detrás de esta frase nos remonta al oficio milenario del cubero.
Los refranes indudablemente dan vida a nuestras conversaciones, a veces los usamos para provocar una risa o una reflexión; en ocasiones nos ayudan a darnos a entender con facilidad, como cuando usamos la frase “A Ojo de Buen Cubero”.
En primer lugar, hay que saber que esta frase se usa para hablar de la acción de medir algo de forma imprecisa, sin la ayuda de ningún medidor y usando solo nuestros sentidos e intuición. Pero ¿cuál es el origen de esta peculiar sentencia?
A OJO DE BUEN CUBERO O AL TANTEO
Se cree que el principio de esta expresión está relacionado con el antiguo oficio del cubero, quien, según la Real Academia Española, era el fabricante o vendedor de cubas.
Las cubas eran recipientes de madera, con forma cilíndrica y ligeramente abombados en el centro; compuestos por duelas unidas y aseguradas con aros de madera o hierro y cerrados en sus extremos por una base redonda de tablas; lo que hoy conocemos como barricas.
En las cubas se almacenaba principalmente vino, aunque también servían para contener otros líquidos como aceite, agua, licores y conservas como aceitunas.
Antiguamente, la cuba también era una medida de capacidad, pero su exactitud dependía de la pericia del cubero, quien la fabricaba usando una medida meramente estimada, sin ayudarse de ningún peso, especificación o artilugio.
UN PASADO SIN REGLAS PRECISAS
Recordemos que en la antigüedad no existía ninguna reglamentación precisa sobre el tamaño de una cuba, pero se intentaba que todas cumplieran un estándar compartiendo las mismas medidas. En consecuencia, la capacidad de los cuberos de elaborar las cubas al tanteo hizo que se popularizara la expresión “A Ojo de Buen Cubero”.
Y es que es innegable la habilidad de estos artesanos, quienes elaboraban estos recipientes a partir de un aproximado.
Por último, se podría decir que este refrán nació en el mundo de los artesanos y ahora se ha extendido a muchos países de habla hispana. Otras formas de decir “A Ojo de Buen Cubero” podrían ser: más o menos, aproximadamente y al tanteo. ¿Se te ocurre otra?
En conclusión, la expresión “A Ojo de Buen Cubero” encuentra sus raíces en un oficio antiguo que requería habilidad y destreza para crear cubas de manera estimada. Este refrán ha perdurado en el tiempo, transformándose en una metáfora de medición imprecisa utilizada en diversas situaciones cotidianas.
