El IMSS-Bienestar enfrentará en 2024 el desafío de revertir las prácticas negativas observadas por el IMCO.

En 2020, el Gobierno de México optó por modificar el sistema de adquisiciones públicas con el propósito de contrarrestar la concentración de proveedores y asegurar el suministro oportuno de medicamentos de mayor calidad a precios más bajos. Este cambio estratégico implicó la transferencia de la responsabilidad de la Oficialía Mayor de Hacienda al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi). La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) colaboró brindando asistencia técnica al Insabi para llevar a cabo las compras consolidadas de medicamentos.

Con el fin de evaluar los efectos de estos cambios, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) examinó 156,000 procesos de adquisición de medicamentos realizados por la Administración Pública Federal entre 2018 y 2022, los cuales fueron publicados en Compranet. Los datos revelan que la estrategia gubernamental para la adquisición de medicamentos logró reducir de 76% (en 2018) a 30% (en 2022) el monto concentrado por las diez empresas que más vendieron medicamentos al gobierno; sin embargo, este nuevo enfoque de compras consolidadas resultó en aumentos en el costo de los medicamentos adquiridos. Además, se identificaron prácticas deficientes en el proceso de adquisición de medicamentos:

  1. Los contratos de medicamentos se realizaron con montos más pequeños, contradiciendo el objetivo de las compras consolidadas, que busca adquirir grandes volúmenes con precios al por mayor. En 2022, el 20% del monto total de compras de medicamentos se asignó en contratos inferiores a cinco millones de pesos, mientras que en 2018 esta proporción fue solo del 5%.
  2. Se registró una disminución en el nivel de competencia en los procedimientos de compra de salud. Los concursos públicos, que son la norma legal para la contratación, pasaron de representar el 47% del monto de compra de medicamentos en 2018 a tan solo el 10% en 2022.
  3. Las instituciones públicas de salud se vieron obligadas a realizar adquisiciones con plazos reducidos, lo que resultó en condiciones desfavorables para negociar mejores precios en las compras. Esto se relaciona con un aumento en el costo de atención por paciente en enfermedades de alta prevalencia; por ejemplo, el gasto promedio por paciente con hipertensión arterial en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aumentó un 25% en términos reales entre 2019 y 2022.

Además de los desafíos previamente mencionados, se han identificado dificultades en otras etapas del proceso de compras públicas relacionadas con la planificación, almacenamiento y distribución interna de medicamentos. A continuación, se destacan algunos de estos desafíos:

  1. Falta de planificación y coordinación en las instituciones públicas de salud. Específicamente, se observaron desafíos significativos en la planificación de adquisiciones, la coordinación entre almacenes centrales, regionales e institucionales, y el registro de entradas y salidas de productos.
  2. Utilización subóptima de los sistemas destinados a la distribución interna de medicamentos. Un análisis de 34 contratos del IMSS en 2021 realizado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló que siete de estos contratos, con un valor total de 57 millones de pesos, no habían sido registrados en el Sistema de Abasto Institucional (SAI). Esta herramienta es crucial para que la institución pueda monitorear la disponibilidad de medicamentos en cada almacén y garantizar la cobertura de las necesidades de cada centro de atención. Esta práctica también fue observada en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) con sus Sistemas Integrales de Abasto de Medicamentos (SIAM).

El cambio en el paradigma público de adquisición de medicamentos, orientado a reducir costos y expandir los servicios de salud, no alcanzó sus metas. La fragmentación en los contratos, las compras urgentes y el aumento de los precios de los medicamentos fueron algunas de las consecuencias tangibles. A partir de 2024, el recién creado Organismo Público Descentralizado IMSS-Bienestar asumirá el desafío de revertir estas tendencias negativas. En este contexto, y dada la importancia de fortalecer las compras públicas de medicamentos en beneficio de la ciudadanía, el IMCO propone:

  1. Reforzar la política de compras consolidadas de medicamentos mediante la integración de la demanda en un sistema similar al SAI del IMSS, que permita una gestión más eficiente de la distribución.
  2. Optimizar la gestión, almacenamiento y distribución de medicamentos en el IMSS e ISSSTE, garantizando la presentación oportuna de informes sobre procesos y disponibilidad de insumos.
  3. Asegurar el funcionamiento eficaz del nuevo IMSS-Bienestar como entidad consolidadora de las compras públicas de medicamentos, asignándole recursos humanos sólidos y herramientas tecnológicas adecuadas para la encomienda que se le confía.
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Cobertura informativa con rectitud e imparcialidad de Ciudad Valles, la Huasteca Potosina y las 4 regiones de San Luis Potosí (SLP): Región Huasteca, Región Media, Región Centro y el Altiplano Potosino.

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