San Luis Potosí, con su rica biodiversidad y variados paisajes, enfrenta una crisis ecológica y de salud pública derivada de su principal actividad agrícola: la producción de azúcar. Un informe detallado del Dr. Luis Jesús Castillo Pérez y el Dr. Pedro Pérez Medina, titulado “La industria azucarera en SLP y sus implicaciones ambientales”, revela las serias repercusiones de esta actividad en la región.
El costo ambiental de la caña de azúcar
La Huasteca Potosina, conocida por sus exuberantes paisajes tropicales, es el epicentro de la producción de caña de azúcar en San Luis Potosí. Este cultivo llevó a la deforestación de vastas áreas de selvas tropicales y bosques húmedos, transformando radicalmente los paisajes naturales y desplazando a numerosas especies nativas. Según el informe, “el establecimiento de cultivos de caña de azúcar implica la afectación a la biosfera con la deforestación de grandes territorios” y “ha obligado al desplazamiento de fauna nativa” .
La producción de caña de azúcar requiere una gran cantidad de agua y agroquímicos, lo que resultó en la sobreexplotación de recursos hídricos y la contaminación de cuerpos de agua. Castillo Pérez y Pérez Medina señalan que estos químicos, utilizados para maximizar la producción de sacarosa, terminan afectando la calidad del suelo y del agua, repercutiendo en la flora y fauna acuáticas y, eventualmente, en la salud humana.
La contaminación del aire y sus efectos en la salud
Una práctica especialmente controvertida en la industria azucarera es la quema de cañaverales antes de la cosecha. Este método libera una serie de contaminantes atmosféricos, incluidos monóxido de carbono (CO), dióxido de carbono (CO2), dióxido de azufre (SO2), óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas finas PM10 y PM2.5. Estas partículas finas son particularmente preocupantes debido a su capacidad para penetrar profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular.
El informe subraya que “un importante componente de las partículas PM2.5 producidas es el carbono negro, un contaminante climático de vida corta capaz de retener la luz, transformarla en calor y provocar el calentamiento atmosférico” . Este contaminante no solo contribuye al cambio climático, sino que también representa un riesgo significativo para la salud humana. La exposición a estas partículas está clínicamente asociada con graves problemas de salud, incluyendo paros cardíacos, derrames cerebrales, cáncer pulmonar y diversas enfermedades respiratorias como bronquitis crónica, asma y enfisema.
Impactos en la hidrósfera
La contaminación de los ríos por los desechos de los ingenios azucareros es otro problema grave. Los investigadores destacan que “los residuos derivados del proceso de la producción de caña de azúcar son uno de los principales problemas ecológicos que enfrentan un gran número de ríos en la región” . Estos residuos pueden provocar la muerte de especies acuáticas y degradar los ecosistemas fluviales.
Además, el desvío de grandes cantidades de agua para la irrigación de los cañaverales afecta otras industrias vitales, como el turismo, exacerbando los problemas ambientales y económicos en la región. “El desvío de grandes cantidades de agua para los sistemas de producción ha afectado a otra de las grandes industrias en la región: el turismo” .
Propuestas para un futuro sostenible
Para mitigar estos impactos, el informe sugiere la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles. Una alternativa es la cosecha en verde, que evita la quema de cañaverales y reduce las emisiones de contaminantes atmosféricos. Además, el uso de biofertilizantes y biopesticidas puede minimizar la contaminación del suelo y del agua, protegiendo mejor el medio ambiente y la salud pública.
“La implementación de la cosecha en verde, que evita la quema de cañaverales, y el uso de biofertilizantes y biopesticidas son pasos cruciales hacia una producción más amigable con el medio ambiente” . Además, la modernización de los ingenios con tecnología avanzada es esencial. Esto incluye la implementación de sistemas de filtración eficientes y el uso de fuentes de energía más limpias para reducir las emisiones de gases contaminantes. “Es indispensable el equipamiento de los ingenios con maquinaria y equipo de tecnología actualizada, con el objetivo de reducir sus emisiones de gases atmosféricos” .
Educación y concienciación
La educación y concienciación de los agricultores sobre prácticas sostenibles son esenciales para fomentar un cambio duradero. En este sentido, la Facultad de Estudios Profesionales Zona Huasteca (FEPZH) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) ha estado trabajando en proyectos sustentables para el control y mitigación de problemas ambientales relacionados con la industria azucarera. Los estudiantes han propuesto estrategias sustentables, como el uso de biopesticidas y biofertilizantes, y han trabajado en la divulgación de los daños que causan los residuos tóxicos de los agroquímicos.
“Los proyectos han sido diversos, desde estrategias sustentables para el cultivo y la quema de caña, hasta la divulgación sobre el daño que causan en fauna y personas los residuos tóxicos de los agroquímicos” . Estos esfuerzos pueden sentar las bases para la investigación futura y la implementación de prácticas más sostenibles en los cultivos de caña de la Huasteca potosina y otras regiones del país.
Conclusión
La industria azucarera en San Luis Potosí, aunque económicamente beneficiosa, representa un desafío significativo para la salud pública y el medio ambiente. La adopción de prácticas más sostenibles y la implementación de políticas públicas estrictas son indispensables para proteger la biodiversidad y la salud de las comunidades locales. Como subrayan Castillo Pérez y Pérez Medina, “es fundamental que San Luis Potosí avance hacia un modelo de producción de azúcar más sustentable, que equilibre los beneficios económicos con la protección del medio ambiente y la salud humana” .
San Luis Potosí tiene ante sí la oportunidad de liderar un cambio hacia la sostenibilidad en la industria azucarera, adoptando prácticas que no solo beneficien a la economía local, sino que también preserven el entorno natural y protejan la salud de sus habitantes. Es un desafío grande, pero no imposible de superar con la colaboración de todos los sectores involucrados.
