De los 34.8 millones de mexicanos obligados a asistir a la escuela, el 18% no lo hace, siendo la mitad de ellos parte de grupos desfavorecidos.
La desigualdad educativa en México es una barrera significativa para el desarrollo económico y social, superando el promedio de la región latinoamericana y mundial en 2023, según el Foro Económico Mundial (WEF). El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha identificado desafíos clave y propuesto medidas para abordar la desigualdad educativa en términos de acceso, permanencia y calidad.
Desigualdad en el acceso a la educación:
- De los 34.8 millones de niños y jóvenes entre tres y 18 años en México, 6.4 millones no asisten a la escuela (18%).
- La mitad de los estudiantes no escolarizados pertenecen a grupos desfavorecidos, como comunidades indígenas, personas con discapacidad, población rural y afrodescendiente.
- Las poblaciones que hablan alguna lengua indígena enfrentan barreras adicionales, con casi tres de cada 10 sin acceso a la educación.
Desigualdad en la permanencia a la educación:
- Nueve de cada 10 estudiantes inician la primaria logrando llegar a la secundaria, pero esta proporción disminuye entre estudiantes de habla indígena y jóvenes con discapacidad.
- A medida que avanzan hacia la educación superior, las disparidades se profundizan, con solo uno de cada tres jóvenes que inician la primaria logrando llegar a la universidad.
Desigualdad en la calidad educativa:
- Factores como el nivel socioeconómico, la plantilla y capacitación docente, y el acceso a la conectividad, influyen en la calidad educativa.
- El nivel socioeconómico es un predictor fuerte del rendimiento educativo, según los resultados de PISA 2022.
- La brecha en la proporción de alumnos por docente entre escuelas públicas y privadas en México es la mayor entre los países de la OCDE.
- La brecha digital también impacta la calidad educativa, con disparidades en el acceso a dispositivos electrónicos e internet entre diferentes estados.
Propuestas del IMCO para cerrar brechas educativas:
- Generar políticas específicas para cada grupo sociodemográfico que aborden las causas específicas del abandono y diseñar mecanismos de prevención personalizados.
- Garantizar la presencia de suficientes docentes calificados y condiciones adecuadas para el aprendizaje, incluyendo sistemas de agua, higiene, saneamiento, electricidad y materiales didácticos.
- Fortalecer la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) para generar información y diagnósticos recurrentes sobre las causas del abandono y falta de acceso educativo, y promover capacitación docente para la calidad educativa.
Superar estas brechas educativas es esencial para garantizar la igualdad educativa en México, lo que, a su vez, contribuirá al crecimiento económico, la equidad de género, la salud pública y la reducción de la pobreza.